Máximo Luppino |
Los conflictos en Medio Oriente parecen provenir desde los mismísimos tiempos bíblicos. Todos sabemos que los conflictos entre los pueblos jamás tienen una solución violenta y militar. Más bien, este accionar es un caldo de cultivo para una escalada mayor de terrorismo, dolor y muerte.
Cuando la política fracasa debido al odio irracional y al deseo criminal de “exterminar” a sus semejantes, comienzan a hablar los fusiles. Entonces, los amaneceres oscurecen, las sonrisas se apagan, los niños sufren y el bien se sofoca.
En la mañana del sábado 7 de octubre, el grupo terrorista Hamás atacó sorpresivamente a Israel en una operación criminal de las más crueles que se han registrado desde el tiempo de la Segunda Guerra Mundial con un daño que algunos comparan con el producido por el mismísimo Holocausto. El ataque fue por tierra, aire y mar. A su paso los terroristas masacraban indiscriminadamente a toda persona que no perteneciera a su fracción. Civiles indefensos, jóvenes y familias completas fueron ultimadas con una crueldad inusitada (inclusive algunos musulmanes fueron asesinados), muchos otros fueron inhumanamente secuestrados.
¿Cómo sucedió que la inteligencia israelí no se percató de semejante ataque de Hamás? ¿Una operación de centenares de guerrilleros con tractores, camiones, parapentes a motor y mucho más se movilizaron sin ser detectados por el MOSSAD? ¿Complicidad criminal de un sector del gobierno israelí?
Estamos ante una grave situación que pone en riesgo la paz mundial. Aquí, pensamos que tanto israelíes y palestinos son buenos pueblos y tarde o temprano llegarán a un acuerdo. Pero bien sabemos que Hamás con sus acciones terroristas pertenecen al orden demoníaco. Si hay víctimas inocentes nos enfocamos en el episodio puntual de este acto criminal, sin desconocer las injusticias que sufren los palestinos y los habitantes de la Franja de Gaza. Sin embargo, esta actitud, la de Hamás, sólo favorece a los cultores del mal y del crimen mundial.
Las represalias del ejército israelí serán tremendas y por demás temerarias. ¿Ante tremendo acto de barbarie terrorista, qué pensaban que realizarían las fuerzas de Israel?
Mohammed Deif es el terrorista de Hamás considerado el “hombre entre las sombras”, planificador de esta bestialidad asesina y homicida.
Estados Unidos desplegó unidades militares a las proximidades de la zona de conflicto, entre ellas un portaviones nuclear, el Gerald R. Ford. No sabemos si esto colabora con la paz mundial o, como en tantas otras oportunidades, las fuerzas Yanquis apagan fuego con nafta súper.
Ya Israel bombardea la Franja de Gaza. Los muertos de ambo lados se comienza a contar de a miles. Hay balas, muere la paz, reina el dolor y la muerte. Chicos y jóvenes que piensan en armas y no en juguetes ni libros, sólo violencia sin fin.
“Ojo por ojo y el mundo finalizará ciego”. La frase de Gandhi cobra más sentido que nunca en estos tiempos.
En nuestras criollas latitudes deberíamos erradicar términos como “exterminar”, “borrar del mapa” etc. Esto conduce a enfrentamientos crueles. Sólo políticas de unidad y tolerancia son el sendero dorado que debemos transitar para asegurarnos paz y bienestar futuro.
Pensamientos positivos de desarrollo y progreso sin las necedades provocadoras e irrespetuosas como las del diputado Fernando Iglesias, un verdadero “macho de vitrina”.
Pronto votaremos, a DIOS gracias. Sufraguemos con amor a la patria y respeto constructivo.
Máximo Luppino
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