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| Máximo Luppino |
El argumento de Sergio Massa sobre que “el orden político es necesario para el orden económico” parece cobrar entidad en la contundente declaración de los gobernadores peronistas que rechazaron las PASO y exigieron lista de unidad con candidato de consenso.
Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y ahora los gobernadores peronistas hablan de una lista de unidad y la idea de candidato único parecería imponerse al deseo del presidente Alberto Fernández, Daniel Scioli y Tolosa Paz de elecciones PASO para determinar candidatos.
Pero, claro está, tanto unos como otros miran con ansiedad y cierta inquietud el despacho de la Presidencia del Senado de la Nación. Efectivamente, la última palabra descansa en la voz de Cristina Kirchner.
Si bien es siempre muy bueno que la gente se exprese y elija, no es menos cierto que la realidad que vivimos en nuestra Nación es por demás peculiar y que un error puede generar un efecto indeseable. Sobre todo, cuando muchos aspirantes a presidente son ministros. Sería como una puja interministerial. ¿Entonces quién gobierna?
Como Sergio Massa lo afirmó: “No nos entra un quilombo más”. También es verdad que mientras Cristina y Massa sostienen al gobierno, otros “juegan a la política”. Es de por sí una situación demasiado desigual.
Mientras un grupo lleva carretillas cargadas de responsabilidades, otros intentan clavar clavos con violentos golpes de almohadas. Es inútil golpear, los clavos no se inmutan.
Las declaraciones televisivas están llenas de voluntarismo y propaganda. La tarea concreta de gobernar es ardua, escabrosa y llena de dificultades. Así es que bien debemos discernir entre una actitud y otra.
Ya completamos el cuaderno de errores, de ahora en más no hay lugar para yerros. Todos deben ser “tiros” certeros, bien calculados y cuidadosos.
La comitiva de Sergio Massa y Máximo Kirchner a China fue por demás exitosa. Sólo falta mantener prolijidad de acción y continuidad política, sostener nuestra vocación de crecer.
Mientras Wado de Pedro lucha con fuerte voluntad contra el escaso conocimiento general que de él se tiene, confían sus allegados que, de ser el elegido, contará con un fuerte respaldo de Cristina en el orden Nacional que le daría la difusión que necesita.
Hay tanto en juego y muy poco tiempo para decisiones trascendentes. Vemos un Juntos por el Cambio a punto de colapsar por internas, disputas infantiles y caprichos al por mayor. También apreciamos que las definiciones en el Frente de Todos demoran en llegar, a la vez que se calientan las sillas de los candidatos.
La alta inflación que padecemos, más los que evaden divisas sistemáticamente al exterior hacen que se requiera de un pragmatismo pocas veces requerido a los gobernantes. ¡No hay lugar para aventuras “revolucionarias” y berrinches adolescentes de tira bombas que duermen con la luz prendida por miedo al cuco!
Cuidar lo ya conquistado es un deber social insoslayable. Pisar firme antes de ensayar otro trascendental paso hacia un destino de mayor justicia.
Las horas pasarán rápidas para muchos en los días próximos. Creemos que es necesario marchar a la contienda electoral con una lista única y un solo candidato. Unificar esfuerzos, no criticar por deporte estéril, avanzar hacia delante resueltamente sin titubeos ni dudas, dejar las especulaciones para otro momento de calma.
Los gobernadores peronistas ya hablaron, pronto lo va a hacer la CGT. La mayoría sabe lo que hay que hacer.
El presente reclama unidad y lucha militante con todas nuestras fuerzas.
Muchos son los carenciados que aún están esperanzados. No podemos dejar de pensar en estos conciudadanos que necesitan de nuestro esfuerzo.
Tanto Juntos por el Cambio como Milei se encuentran abocados a la flexibilización laboral y a la reducción de los derechos del trabajador.
¡Los mejores días fueron, son y serán peronistas!
Máximo Luppino
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