Máximo Luppino |
La Nación Argentina lleva 119 años de presencia constante y efectiva en el continente blanco en sus 13 bases militares, con actividad científica y acompañamiento de civiles exhibiendo nuestra República que somos un país bicontinental.
Todos sabemos que la acción política es profundamente gestual y resalta los valores que considera fundamentales en una ruta de gobierno.
El miércoles 22 de febrero del presente año, el señor presidente Alberto Fernández visitó la Base Marambio, puerta de ingreso a la Antártida Argentina.
El presidente de la Nación en su trayecto a Ushuaia fue escoltado por dos aviones Pampa III artillados. Los flamantes “Guerreros del Hielo” oficiaron como guardia de honor y seguridad a la comitiva oficial que llegaría a la Antártida.
Los presidentes argentinos que ya habían viajado a la Antártida fueron: Arturo Frondizi, María Estela Martínez de Perón y Carlos Menem. Siendo Alberto Fernández el cuarto presidente en llegar hasta estos gélidos confines de la patria. Creemos que a partir de este viaje de Alberto todos los futuros presidentes viajarán al continente Blanco para reafirmar nuestros derechos soberanos en el Atlántico Sur.
Salta a simple vista que de los cuatro presidentes que visitaron Antártida tres fueron peronistas. Lo cual nos habla a las claras de la importancia suprema que se le otorga a la soberanía nacional en el movimiento del General Perón.
Ya en la Antártida el presidente de la Nación se dirigió al país en cadena nacional. Aquí algunos párrafos sobresalientes: “El año pasado, conmemoramos los 40 años de la Guerra de Malvinas y fue muy conmovedor escuchar a millones de argentinos y argentinas recordar a nuestros combatientes durante los festejos del mundial de fútbol. Es hora de volver a poner la vista en el sur. Malvinas es una causa actual y es más que la memoria de la guerra. Malvinas es una causa nacional porque el Atlántico Sur, y sin duda nuestro territorio Antártico, son un ancla vital de nuestra soberanía territorial y política”
La presencia de Alberto en la Base Marambio fue un hecho singular. Obligó a la política argentina a mirar al Sur. Hay que decir: “Argentina se extiende de la Quiaca a la Antártida”. De esta manera educamos mientras nos concientizamos de la verdadera extensión de nuestro territorio. A saber, somos el octavo país más extenso del mundo. El presidente en Marambio le recordó al mundo que los argentinos miramos a Malvinas con profundo fervor patriótico. Lejos de ser una moda superflua, Malvinas es una causa nacional a la cual jamás renunciaremos.
Otro de los pasajes que nos llenó de emoción fue cuando recordó que en 1951 el General Perón y Eva despidieron a los patriotas que crearían el instituto Antártico Argentino. La presencia de Argentina en la Antártida comienza en 1902 y jamás, jamás, se vio interrumpida. La primera expedición científica a la Antártida Continental Argentina, destinada a crear una base permanente, partió el 12 de febrero de 1951 del Puerto de Buenos Aires. Ese día, el entonces presidente Juan Domingo Perón, junto a su esposa María Eva Duarte, despidieron a los expedicionarios. Iban a crear el instituto Antártico. Fue la primera institución científica a nivel mundial dedicada exclusivamente a la investigación Antártica. Perón sabía que la ciencia es sinónimo de soberanía. No hay desarrollo posible sin producción científica-tecnológica.
Alberto Fernández acaba de dar un gran salto hacia la soberanía argentina en nuestro Sur profundo. Allí donde la soledad es compañía continua y el silencio es un compañero inseparable. Allí donde la celeste y blanca ondea libre y orgullosa sostenida en lo alto por el esfuerzo de cientos de soldados, civiles y científicos, todos inspirados en nuestros héroes de Malvinas.
Maximo Luppino
0 comentarios:
Publicar un comentario