Sin testigos ni pruebas concretas, el fiscal Luciani cual un kamikaze ebrio se lanzó estrepitosamente sobre Cristina Fernández acusándola de “todo lo que pudo”. Olvidando que la presidenta del Senado de la Nación encarna en el presente los irrenunciables valores peronistas y que detrás de su figura se encuentra un amplio sector popular que no permitirá atropellos ni injusticias hacia su líder.
El pueblo justicialista percibió claramente que el objetivo esencial es la proscripción electoral de Cristina. Desde ese nítido conocimiento la gente reaccionó espontáneamente en apoyo irrestricto hacia su conductora. Sacar de la cancha a la vice para que no pueda competir es el objetivo inconfesable del “poder” anti popular, de los cultores del odio y devotos de culturas foráneas imperialistas.
Como siempre en la historia del país, cada vez que quieren “matar” al peronismo terminan creando las condiciones para que el movimiento del general reaccione en unidad y revitalice sus inmortales principios cristianos y humanistas.
Trascendió que el fiscal Luciani ampliará su acusación a Cristina. La culpará de obstruir la labor de los reyes magos en la distribución de juguetes, de no querer incorporar el 4 julio como fecha patria, de no festejarlo adecuadamente y demás insólitas situaciones.
Claro que pretenden juzgar y lastimar al peronismo. La pacata sociedad retrograda desea obreros humillados con la cabeza baja, pobres señalados como “perdedores”, carenciados castigados… En fin, implementar el “decálogo gorila”. Esto con el peronismo es imposible implantarlo. El partido de Perón se nutre de los humildes de la patria, ellos son sus más fieles y bravos soldados.
Ahora el Partido Peronista se encuentra en estado de alerta y movilización permanente. Esto logró el fiscal Luciani y personajes nefastos como el diputado Francisco Sánchez quien pidió pena de muerte para Cristina.
En todas las provincias, en todos los municipios, en cada barrio y localía, el peronismo se encuentra en estado de “Defensa Propia”. Lo conquistado ya es un derecho al cual no se va a renunciar. Los pueblos marchan hacia adelante, no se suicidan, siempre eligen vivir y evolucionar.
El peronismo no va a retroceder, simplemente no sabe hacerlo. Sólo sabe avanzar resueltamente a la conquista de derechos y trabajar por la grandeza de nuestra amada Argentina. Los anti peronistas compraron las mentiras que pretendían vender. Terminaron consumiendo sus propias falacias, creían que Cristina estaba “abandonada” y dejada de lado, cuando en verdad la multitud en toda la inmensidad de la Nación salió a las calles en su afectiva defensa. ¡El pueblo cuida a los suyos!
Provocaron un combate desigual no deseado por los seguidores de Eva y Juan, pero el peronismo sabe mucho de luchas y confrontaciones. Esperemos que sepamos construir escenarios de paz y convivencia antes que las caracolas de guerra surquen el aire de la República.
Un gran acto multitudinario será el corolario de miles de reuniones domésticas y familiares. El destino reclama que sus designios se cumplan.
Una vez más pusieron fecha a un velorio sin cadáver, sin muerto, sin enfermo. El peronismo está más vigente que nunca.
La marcha peronista resuena con más fuerza y alegría que nunca, entonada por jóvenes que no conocieron físicamente al General pero que atesoraron en su alma el legado transformador e idealista de un movimiento que está vivo gozando de muy buena salud.
Cristina saldrá airosa de esta desmesurada prueba a la que es sometida, vencerá porque en su voz resuenan los sentimientos más profundos del pueblo argentino.
Máximo Luppino
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