Alberto está sometido a un difícil momento del país con una inflación de más del 50% anual, un índice de pobreza que excede el 52% de la población de la República, un dólar que pugna por dispararse, junto con una parte de la oposición que está pronta a sofocar un posible foco ígneo con baldes de nafta y antorchas de fuego al rojo vivo. Todo conforma una realidad políticamente complicada.
Todo indicaría que la salida de la pandemia atroz, más los certeros indicadores de una economía que comienza a mostrar índices de una concreta reactivación no serían suficientes para calmar a las fieras de las urgentes necesidades sociales. ¡El hambre no espera! Flagela por lo menos a las familias tres veces al día.
Estamos a pocos días de una elección nacional legislativa y las incógnitas adquieren proporciones gigantescas. Los encuestadores nadan en un océano de dudas. Ya incinerados en múltiples oportunidades por sus obscenos yerros, se encuentran más silenciosos que Bernardo, el célebre asistente del legendario Zorro…
Vivimos un 17 y 18 de octubre donde el pueblo peronista dijo con entusiasmo y mística constante: ¡Presente, mi General! Los compañeros dieron generosamente su corazón. Puso el pueblo “todo sobre la mesa”. Parecía que debajo de la misma se encontraban escondidos los funcionarios temerosos y pusilánimes. De parte de los dirigentes fue un 17 con sabor a poco…
Un 17 y 18 con presencia del alma de Evita y del General con los humildes de la patria. Los dueños de los escritorios, ¿dónde estaban? Muy pocos se abrazaron con la gente. Muchos especulaban con la mortal duda de: ¿conviene o no que subamos al escenario? Muchas especulaciones para una epopeya que es gigantesca y que hay que generar.
¡El peronismo es lucha en el campo de acción, no una guarida de cobardes!
Dólar alto, costo de alimentos descontrolados, un acuerdo de precios con los empresarios de siempre que es como saborear un “Chupetín de brea”. Este acuerdo es como invitar a cenar confituras veganas a caníbales voraces sedientos de sangre humana, ¿Qué puede salir mal?...
Recetas viejas, inútiles, ya probadas en el fracaso con esperanza de un final distinto ¿acudirán los reyes magos en pleno octubre?
De todas maneras, por más cuesta arriba que se encuentre el objetivo le daremos un voto de confianza y esperanza al gobierno del Frente de Todos. Alberto es un buen presidente, la pandemia mundial y la herencia de los discípulos del Newman le complicaron la situación, más algunos internos sacudones que nunca faltan y dibujaron un escenario gris.
Pero se está luchando, hay coraje y ganas, hombría de bien y nadie tirará la toalla. En la lucha el peronismo se forjó. Con la ayuda de DIOS todopoderoso saldremos adelante.
Alberto es él mismo con su historia y batallas propias, con su identidad a cuestas. Es el presidente de la Nación Argentina.
El 14 de noviembre el pueblo hablará con su voto y nos indicará resueltamente hacia dónde vamos. Acataremos con humildad y bondad el designio supremo del soberano.
Máximo Luppino
0 comentarios:
Publicar un comentario