La Organización Mundial de la Salud alerta a Europa por la posibilidad de que se establezca un tercer aluvión de contagios del lacerante COVID-19. Esta amenaza horrorosa tiene preocupada a la humanidad toda. Lo cierto es que las restricciones sociales obligatorias cada vez son más estrictas en todas las latitudes del “Viejo Mundo”.
Países cultores de las libertades individuales se vieron obligados a restringir derechos legítimos en aras del bien común. Así es que el toque de queda es marcialmente aplicado en ciudades impensadas llenas de luz que el coronavirus pretende opacar.
El sabor es muy amargo en Madrid, París y en la pujante Milán entre otras urbes poderosas en economía e iniciativa cultural pública. Los Estados Unido de Norte América no escapa a estas medidas obligatorias de orden social. El país del norte ya superó la impresionante cifra de más de 260 mil fallecidos y el rebrote está presente.
Los laboratorios del planeta trabajan sin pausa y a paso redoblado para darle forma definitiva a la vacuna más anhelada por la humanidad. El coronavirus se esparce en un terreno de abrazos, saludos y cercanía afectiva entre las personas. Vacaciones y reuniones son un caldo de cultivo poderoso para el monstruoso virus criminal. Las sociedades necesitan del trabajo bienhechor y de los esfuerzos mancomunados que en algún momento establece cercanía física con el semejante, entonces, arteramente, cual parásito homicida, el COVID-19 se apodera de la digna confianza humana.
El esperanzador 2021 llegará en algunos países con una oleada pronosticada del llamado “tercer rebrote”, a la vez que la tan anhelada vacuna llegará cual una balsa de salvación en el medio de un océano de angustia mundial.
La vacuna producida por Pfizer está avanzando con pasos firmes y concretos. En el mismo sentido, hay progresos significativos en Oxford y en la tan mentada “vacuna rusa”. Lo concreto es que el inicio del año próximo llegará con vacunas masivas en la mayor parte del mundo.
Argentina se predispone para vacunar masivamente a partir de enero. Las vacunas procederán de variados y múltiples orígenes, siempre y cuando estén avaladas por los organismos de sanidad internacional y por supuesto los de nuestra Nación. En la salud pública no hay lugar para las vulgares parcialidades ideológicas, sólo se trata de superar la pandemia.
El ministerio de defensa ya trabaja en el operativo masivo de vacunación en todo muestro país. Se trata de la campaña de vacunación masiva más importante que se haya llevado adelante en nuestra República. Las Fuerzas Armadas de la Nación tendrán un rol relevante en este operativo de sanidad intensiva gratuita para los habitantes de nuestro suelo patrio. Dentro de las fuerzas nacionales, el Ejército Argentino poseerá una acción especial distintiva ya que es la fuerza por excelencia que se encuentra presente con organización activa y profesional en todos los confines de la patria.
Ola de contagio y principio de solución de la abrumadora pandemia parecen confluir en un mismo tiempo. La lucha ante la oscuridad desoladora de la enfermedad encontrará un límite en la luz científica mundial de la vacuna más aguardad por la humanidad toda.
Es tiempo de recuperación, de reflexión activa en descubrir las causas de la pandemia que asola a la raza humana. Es momento de compartir conocimientos y establecer conductas altruistas que protejan nuestro planeta íntegramente y así prevenir atrocidades como la del COVID-19.
El mejor remedio es la prevención radicada en una conducta virtuosa y desinteresada, rica en valores humanitarios.
¡En el bien supremo se encuentra la dicha de la humanidad!
Máximo Luppino
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